domingo, 19 de octubre de 2008

¿Cómo hacemos política?

Las elecciones del centro de estudiantes han concluido recientemente, y como en todos los años, durante un par de semanas, nuestras clases nuevamente fueron interrumpidas por enérgicos jóvenes que se presentaban con bellos discursos, llenos de propuestas, llenos de ideas, con críticas sociales, con ideales sobre cómo tiene que ser el espacio que, en teoría, nos pertenece. Pero del otro lado encontraban caras de fastidio, subjetividades desencantadas de los grandes discursos y preocupadas más por necesidades concretas que por producir un cambio a gran escala.

Por más de que la descripción realizada anteriormente sea un poco burda y limitada (como lo son la gran mayoría de las abstracciones teóricas), creo que es un punto de partida útil para comenzar a pensar sobre el estudiante de psicología y su relación con la política. En mi caso, siento que ésta, en parte, me representa: desencantado de las grandes ideas, creo que nuestro centro de estudiantes, como su nombre mismo lo dice, debe enfocarse en las problemáticas que atañen a nosotros, los estudiantes. Y aunque pienso que todo fenómeno está íntimamente ligado a su contexto histórico-social, ¿esto quiere decir que hay que correr el eje de la cuestión hacia un plano macro-político? ¿Cuántas veces escuchamos discursos de militantes que terminan hablando sobre internas partidistas, críticas al gobierno, o utopías grandilocuentes? Pero, ¿cuántas veces terminan hablando sobre proyectos concretos? ¿O sobre la forma de llevarlos a cabo?

Yo me pregunto, ¿cómo ese tipo de discursos pueden ser escuchados si las cuestiones más específicas que atañen al estudiante de psicología apenas son mencionadas? Es más, el imaginario del estudiante en relación a estas cuestiones parece ya darse por supuesto, como si el mismo fuera unánime y acabado, y rápidamente se pasa a los lugares comunes a los cuales ya estamos tan habituados (y tan anestesiados).

De todas formas, hay que manejarse con cautela, porque así como algunos discursos macro-políticos terminan capturando a todos los demás, también puede hacerlo su propio reverso, como lo demuestra el caso de algunos estudiantes, cuyo único interés político parece ser el hecho de si le sacaron bien un par de fotocopias o si le sirvieron caliente el café en el bar de la facultad.

El propósito de esta reflexión no es dar una receta política, con promesas e ideales, sino lo contrario: problematizar, partir de cero, intentar construir nuevos caminos, otras formas de hacer política, otras formas de relacionarse con la misma. Política no es sólo militar: política es una forma de posicionarse en el mundo, una forma de estar en él, y esto parece llevarnos de forma ineludible a la ética. Porque la ética no es sólo resolver problemas con recetas formales, basadas en ideales abstractos; también implica un cuestionamiento, una forma de pensar nuestra actitud hacia esa “cosa” que solemos llamar mundo.

Por lo que pensar en la ética es permitirse experimentar y aventurarse en un universo por construir, donde nada está definido, un lugar en el que podemos preguntarnos: ¿cómo hacer política sin los grandes discursos, pero sin taparnos los ojos? ¿Cómo focalizarse en cuestiones concretas, pero sin invisibilizar el contexto social, y sin quedar capturado en él?

Generalmente solemos reclamar a las instituciones para que nos provean las respuestas, demandándoles la resolución de todos nuestros problemas. Pero en este punto, me parece pertinente introducir un cliché psicoanalítico bien conocido por todos: “¿y qué es lo que tiene que ver usted en todo eso?”

4 comentarios:

Mariela dijo...

Me parece muy interesante la visión que plantea el artículo ya que además de reflejar la realidad de la política estudiantil – esto de propuestas macro políticas que nos exceden pero que al mismo tiempo nos atraviesan y las otras mucho más “micro” que tampoco dan respuesta- también platea interrogantes que nos llevan a pensar nuestra implicación en la política estudiantil.
Creo importante y necesario que puedan aparecer otra clase de propuestas que pongan el acento en la NO devaluación de nuestra calidad educativa, ya que una buena formación nos va a permitir tener un espíritu más critico como ciudadanos y nos aportará mejores herramientas para ejercer como psicólogos sea cual sea el área de interés.

stu polk dijo...

Desde mi forma de ver: muy buen analisis, estoy de acuerdo, pensar la etica, en eso estoy. Como actos politicos creo que mi predisposicion a reciclar la basura que produzco o manejar mi auto con mas respeto hacia el otro son hechos que adopto cotidianamente que estan ligados a mis ideales.

Paula_Yates dijo...

Concretamente, los estudiantes queremos que se de prioridad a nuestros problemas contidianos como estudiantes. Sería ridículo no tener en cuenta el marco historico-social en el que esta inmersa nuesta universidad, de eso no hay dudas. El gran inconveniente es que a veces parecería ser mas importante meterse en temas de la polica del país que en lo que tiene que ver con la universidad. Eso me recuerda que muchos toman el militar en política en la facultad es solo un escalón mas para llegar a lugares de mayor importancia y eso hace que me den mucho asco.

Saludos

Deyvid dijo...

Al final de leer esto, recordé que decia Fromm en su ''Psicoanalisis de una sociedad contemporanea''. Dando suficientes quejas de la alienacion provenientes del sistema capitalista que nos atrapa en nuestro ser y desenvolvimiento social(justificacion trillada, ya, ¿no?), él decia que una democracia sostenida y ejecutada en un ser alienado, no es una democracia a conciencia, por decirlo facilmente.

Y recorde esto debido a que tambien recorde, que tanto nos incitan a pensar en la epoca de las elecciones, y que tanto nos lo hacen,a comparacion, cuando no hay elecciones.
Vemos ambas, y no podemos mas que decir: ¡Que gran diferencia!

No es una justificacion que quiera eximirse de culpas, pero creo que es un buen retrato para que la conciencia se expanda un tanto mas, sobre los estudiantes alli rondando.

¿Acaso que siente el estudiante en cuanto en una semana es violado politicamente por cuatro agrupaciones al mismo tiempo, mientras uno espera ahi en el Hall de Independencia, mientras todos los demas dias es ignorado?
No se si ''ignorado'' es la palabra mas acertada, pero es para graficar sensaciones y determinar comparaciones.
Esto es un cambio no tan dificil, y netamente circunscripto al ambiente academico, como queremos, donde podria hacer funcionar las dos cuestiones que se requieren aqui.
Por un lado el lazo de confianza entre el Centro de Estudiantes y el estudiante. Si digo que debe hacerse funcionar, es que veo actualmente que no lo hace. Y creo que la venta de apuntes tiene mucho que ver en esto. Cual condicion material marxista.
Y por el otro lado, en interiorizar intelectualmente al estudiante en temas politicos.
Ambos son necesarios; pero en tanto haya desbalance negativo por alguno de ellos; las elecciones y esa semana de pura imagen empapeladora, seguira siendo un calvario.